quinta-feira, 3 de dezembro de 2015

Iztaccihuatl está muriendo.

La gran mujer blanca no está dormida, mas bien está muriendo. 






En este momento se discuten entre politiquillos  y lideretes mundiales supuestas medidas contra el cambio climático, reunión de la cual yo espero menos serios resultados que los que The Onion  vaticina.   En estas tierras casi todos podemos experimentar de primera mano y en pocos años directamente sus devastadores efectos. La primera vez que yo escalé esa imponente montaña de más de 5200 metros, los glaciares cubrían una gran parte de su superficie arriba de los 5000 y las piedras sólo estaban desnudas en sus porciones más verticales. Conocí el glaciar del Ayoloco a pocos metros del refugio McAllister. Use de resbaladilla el hielo en las vertientes de las rodillas de la Izta. Una vez incluso una fuerte nevada nos impidió el acenso más alla del refugio de Los 100, en verano. La Arista de la Luz era considerada la ruta más dificil a la cumbre, por ser una arista de hielo macizo con fuertes vientos laterales. De todo ello no queda casi nada. Ayoloco apenas cubre una parte del vientre de Iztaccihuatl. El glaciar del pecho se encuentra retraido. No hay hielo en ninguna otra parte. La Arista de la Luz es ahora un sendero de arena. Uno puede subir desde el McAllister hasta la panza sin usar equipo de hielo, caminando por rocas.   De los 9 glaciares permanentes nombrados que se veían en los 1950s quedan dos medios glaciares, y la verdad, no les doy ni 15 años antes de desaparecer. He visto, con mis propios ojos, la destrucción de un paraje hermoso y gigantesco en menos de 15 años. Los bosques de las regiones de Amecameca, Chalco, Tlalmanalco, sufren por la pérdida de los arroyos del deshielo de los Volcanes y son cada vez más secos. La presión humana sobre la zona es brutal, los pueblos y caserios se expanden en todas direcciones y terrenos de agricultura se convierten en fraccionamientos de alta densidad poblacional.



Las causas locales y globales de la destrucción ecológica se fundan en una misma, las escalas se refuerzan y sus efectos son, en este momento, imparables. El cambio climático es debido, primordialmente, a los gases invernadero que la actividad humana en gran escala produce como deshecho. La gran cantidad de humanos con necesidades múltiples y escasos recursos crea localmente los otros vectores de la destrucción. 



Hay una sóla razón por la cual no puedo creer en la cumbre de París y su planteamiento. Los asistentes son en su mayor parte políticos, gente nominalmente investida de un gran poder, pero en realidad esclava de las ambiciones de las industrias y las mafias  y sus propios intereses egoistas. Ellos todavía ven este fenomeno como algo que se puede arreglar con "compromisos" para "ensuciar poquito", es decir, reducir la producción de basura y gases. Estos idiotas montañas de egoismo no pueden o quieren ver lo que la gente experta y estudiosa del problema les viene indicando desde mediados del siglo pasado y es lo siguiente.

  1. El daño ya está hecho. Mucho.
  2. Hacer daño más lento no va a parar el daño. Tampoco parar de hacer daño.
  3. Convencer a la gente de hacer acciones personales chiquitas no sirve de prácticamente nada. 

En el cierre de la conferencia de Doha en el 2012, Christiana Figueres cerró diciendo que había cada vez una mayor brecha entre la acción de los paises y lo que la ciencia nos dice que tenemos que hacer.  ¿De donde viene entonces la brecha y la falta de acción? Pues de la corrupción, claro está. Los intereses egoistas e inmediatos, fuente y causa y sustancia de la corrupción, origen y meta de los poderes fácticos globales, pierden con el beneficio común, y están realmente haciendo todo lo posible por evitar acciones sanas. ¿Cómo va a ser que los CEO's de Volkswagen no tengan dos yates nuevos cubiertos de diamante este año? 

La sexta extinción masiva ya comenzó. Depende de todos nosotros, como fuerza contra el poder, detenerla. Voy a ir aumentando este articulete con ciertas ideas al respecto. Mientras tanto, no se hagan ilusiones. El poder no trabaja para nosotros sino en nuestra contra, y realmente no les importa un atajo de mergas matarnos a todos, planctón y bacterias incluidos.

(Fotos: drvelu)