Éste es un seguimiento del articulete anterior sobre la agresión que sufrieron los integrantes de Marionetítlan en la plaza central de Coyoacán el 29 de octubre del presente. En el texto anterior nomencioné nombres de los agredidos, agresores o de la agrupación escénica, pero dado que el Universal ha publicado ya unas notas al respecto, creo que podemos ser más claros con lo que está pasando.
Es un síntoma más de la corruptocracia que gobierna al país: una coalición de políticos profesionales que sólo se sirven a ellos mismos, y que actúan en complicidad en actividades criminales o las solapan por beneficio propio, los mismos criminales que por el "derecho de las armas" ejerce de "autoridad" fáctica en el territorio nacional, una policía inútil, subeducada, y deseosa de tener los mismos privilegios de sus jefes, empresarios neoliberales que aprovechan las condiciones de permisividad legal y negociaciones por debajo del agua con los otros miembros de la corruptocracia, y, colados por ahí, algun funcionario público con no tan nefandas intenciones pero paralizado por el resto.
En los videos y descripciones textuales de los agredidos podemos percibir esta actitud impune que ya expreso "Lord Audi" hace unas semanas: "estás en México guey". Es decir, aquí los violentos-criminales hacemos lo que queremos, te podemos someter cruelmente y destruirte por el menor de los pretextos. En este caso, el pretexto era mínimo: el anuncio de Marionetítlan fue percibido como una invasión del territorio privado de los comerciantes ambulantes, algo que en su mentalidad de "es mi plaza", les afectaba las ventas. Es muy delatador, impresionante aunque no sorprendente, con que presteza reacciona la Delagación Coyoacan, para defender, por supuesto, a los dueños de facto de la plaza y correr al público que la usa como debe ser usada: como espacio público y cívico.
¿Qué mensaje nos quiere dar el delegado José Valentín Maldonado Salgado al respecto? Dos funcionarios públicos son vistos en la golpiza al miembro de Marionetítlan: por un lado está Salvador Frausto Navarro, quién, cínicamente, es el encargado de analizar el video y decidir si hubo actitudes reprensibles por parte de los funcionarios (es decir, de él mismo y sus colegas), ya que su puesto es el de director jurídico y de gobierno de la delegación; y por otro estaba Ulises Antonio Mejía Martínez, jefe de unidad departamental de lo Contencioso. La nota del Universal lo cita como vacante, pero ambos aparecen listados en la página del directorio de la delegación. Salvador Frausto citó, el día de la agresión, una ley de cultura cívica, el artículo 25, que es de seguridad vial. Al parecer, anunciar una obra de marionetas en espacio de los comerciantes públicos violenta la seguridad vial de una plaza pública.
La cereza del pastel: cuatro dias después de que los integrantes de la agrupación escénica interpusieran querellas en la Delagación, la casa de uno de ellos fue asaltada: se llevaron, al parecer, las computadoras y una silla de ruedas. Esto último no parece tener el propósito de ser vendido fácilmente en el mercado negro, aunque puede que me equivoque.